El metrobús es muy cachondo a la hora de mayor tráfico por las mañanas e igual o más por las tardes noches, pues si bien viaja uno como sardina de tercer mundo, tantos empujones y acomodos también te permiten dar y recibir cantidad de manoseos y repegones; y hay cada pedazo de cuero que te encuentras, que resulta desde reconfortante hasta verdaderamente un suplicio, por tener que elegir entre el placer y el trabajo, aunque por las noches la situación es más permisiva. No pasa semana en que la pupila no se recree con visiones varoniles espectaculares.
En las pasadas vacaciones de verano gran cantidad de chavos se lanzaban por aquellos rumbos para ir al parque de diversiones Six Flags, y por unas semanas abundaron aún más los pimpollos en la zona, que por lo general se presta para el ligue y cachondeo.
