El miércoles pasado hice algo que jamás pensé jamás hacer.
Le propuse a una mujer hacer el amor con ella.
En este caso la mujer a la que le propuse hacer el amor fué Silvia, y ella aceptó.
Le pedí a Silvia que me ayudara pues era más que probable que tuviera problemas de erección, además que estaba sumamente nervioso, textualmente le dije: Silvia, esta es mi primera vez en proponerle a una mujer hacer el amor con ella, mirame como tiemblo de pánico, es ahora cuando necesito de tu ayuda, recuerda que soy un chavo gay.
Ella aceptó, y no solo eso, sino que fue mucho más allá de la ayuda, la comprensión, el acompañamiento, la provocación, la pasión y el amor; me encantó la forma tan cariñosa como ella me trató.
Pero la continuación de esta entrada, que ya elaboré, está censurada hasta que los acontecimientos en las próximas dos semanas tomen el curso que Silvia y yo deseamos; incluso esta entrada esta programada para el sábado a las 13:30, por si en estos días tenemos alguna duda.
uuuffff.
