Necesito hablar contigo, y yo contigo, nos dijimos, nos vemos en la noche en mi casa, me dijo Rubén ya tengo algunos libros y guías para preparar tu examen.¿Me prestas ropa para quedarme contigo?, sip, no hay fijón, me dijo Rubén. quieres que te busque en el Instituto, si pudieras, sería genial, le dije, entonces nos vemos a las 6: 30, en el estacionamiento junto en la parada, confirmó Rubén.
Ya en casa de Rubén en jueves por la noche, le comenté con la mayor amplitud los sucesos del día anterior, y mi imposibilidad de continuar con la relación que apenas estábamos estableciendo. ¡Que buena onda de memín!, me dijo Rubén, y estoy de acuerdo con él, si te tuviera conmigo tal como te estás entregando a él, ten por seguro que yo tampoco te compartiría con nadie. Creo que debes aceptar su propuesta, es más, por lo que me comentas, tu contra oferta de tres errores, me parece también de lo mejor, pues has vivido en pocos años muchas experiencias y excesos Dani, y sin duda también memín va a hacer uso de uno o dos de ellos. Creo que debes platicarlo con nacho, a solas Dani.
Si, eso mismo pienso le dije, pero no he ido a su casa, memín me dijo que el ambiente esta muy tenso, creo que el sábado debo ir a enfrentar aquello, y tratar de encontrar alguna salida, para todos. Rubén me propuso: Mañana cerca de tu hora de salida traigo a nacho al Instituto, para que así tengan un buen rato a solas y platiquen en los jardines, creo que será lo mejor. Por cierto nacho también dice que el ambiente en su casa se ha puesto muy pesado, como nunca, tal parece que memín estableció un ultimatum.
Pues a mi me trae bien sacado de balance, le dije, no sabes como deseo dejarme llevar y que sea él quién decida por donde van a transitar nuestros próximos días. Si, me respondió, me lo imagino, memo siempre ha tenido muy claro por donde quiere caminar y cuando lo decide, no hay dudas, tal como ya lo estás viviendo, me dijo nacho, que al final y ya llegando a casa remato: Déjate de tonterías y acepta la propuesta, aunque ello signifique lo que tenga que venir para ti y para mi; que por ahora Rubén me colma y tranquiliza, concluyó nacho.