Le dije, que más vale que vaya apalabrando el cuarto de la azotea para los miércoles, para sus citas con Silvia, y que ya nosotros veremos que hacemos, pues ya se ve venir que nuestros padres todavía no se tragan por completo lo de nuestra independencia emocional, pero no la económica.
En Fin.
Por eso cuando el Domingo 1 de Noviembre, mis padres nos sentaron de un lado de la mesa y ellos en el contrario, para hacernos ver la conveniencia de dar por concluida la Luna de Miel anticipada que hemos estado disfrutando memín y yo, pues en realidad ya no teníamos mayor problema en estar de acuerdo con ellos, salvo el librar las apariencias de nuestros padres y dejarlos tranquilos al saber que nos habían terapeado los suficiente para convencernos.
A partir de la noche de muertos, memín va a dormir otra vez en su casa. Nuestra primera Luna de Miel está por concluir.
Y yo volveré a estar solo en mi cuarto, aunque ya memín tiene llave de la casa y mis padres no quisieron aceptar que se las regresara. Esta es tu casa, le dijo mi padre, aquí entras cuando quieras y para lo que quieras, y eso incluye venir cuando ambos deseen estar juntos y hacer el amor, los quiero aquí en casa, nada de hotelitos baratos o en rinconcitos peligrosos. En esta casa todos somos responsables, con derechos y obligaciones, y todos tenemos derecho a hacer el amor, aunque la forma en que ustedes lo hacen sigue sin gustarme, pero eso allá ustedes sabrán.