Fue el comentario de memín cuando entramos a nuestro cuarto en la casa de mis padres. ¿QUÉ?, fue mi pregunta instantánea. Rubén se quedó con la idea que nacho quería hacer el amor contigo, y él estaba devastado.
No, no hicimos el amor, nacho quería platicar conmigo, sobre tí y yo; aunque algo me comentó sobre la tensión que hay en la relación con Rubén. Fue mi respuesta a memín, que se me quedó viendo como no creyendo. así que tuve que aclarar aún más mi respuesta.
Cuando llegamos al carro tu y Rubén tenían el inconfundible aroma del sexo, tu aún tienes ese fuerte aroma, en cambio, huele todo mi cuerpo, le dije a memín al tiempo que me desnudaba totalmente frente a él, tu debes aprender a reconocer el aroma del sexo wey, es un aroma inconfundible; desnúdate, le dije, y arrojé su ropa lejos, alli la vamos a dejar unos minutos, para que la huelas y entiendas que tan fuerte es el aroma que el sexo impregna en la piel y hasta en la ropa.
Pero pláticame del pedo entre Rubén y nacho, le pedí a memín.
Cuando nacho y tu se fueron caminando por la vereda, Rubén me preguntó si no tenía dudas sobre tu amor, al ver como nos íbamos buscando un poco de intimidad para hacer el amor entre Nacho y tu. Fue la respuesta de memín, y continuó: Yo le dije que no, que yo no tengo ninguna duda del amor de Dani, e insistí: Y tu tampoco deberías tener duda de nacho, mi carnal te ama hasta la locura, eso te lo puedo garantizar, es más, le dije que tampoco tengo duda de que en algún momentocada vez más cercano y probable tu y Dani se van a ir juntos a un cuarto y qunque yo los viera hacer el amor como locos, no, jamás tendría dudas ni tí rubén, ni por Dani, o por nacho, y le dije: Rubén yo se que tu amas a mi carnal, bien derecho, pura neta, se que jamás ha cruzado por tu mente el hacerle daño, e igual es con nacho, y con Dani. Finalmente le comenté: Si necesitas hacer el amor con Dani, o que él te haga el amor, solo habla con él y dile, que por mi no hay problema. Y se quebró llorando el wey y me abrazó, y metió su cabeza bajo mi sudadera, llorando, desconsolado; Rubén está sediento de caricias, de amor, de sentir una piel sobre su pìel, y lo desnudé y yo también lo hice, y Rubén seguía llorando Dani, y aferrado a mi, así que le hice el amor con extrema delicadeza y suavidad, lo necesitaba, Dani, no vayas a pensar mal.
¡No manches, cabrón!, exclamé. ¡Me cae cabrón!, ¡neta!, fue la respuesta de memo.
Ahorita me platicas más del pedo, mientras ven a oler tu ropa, le dije a memín, ven, insistí. Huele mi ropa, y así lo hizo, ahora huele tu ropa wey, ése es el aroma del sexo, aprende a reconocerlo, a eso huele todo tu cuerpo ahorita, todas las chingaderas que se desatan en tu cuerpo el hacer el sexo, salen por el sudor, a eso nacho y yo le llamamos el aroma del sexo, hacer el sexo te deja ese aroma en toda la piel, es inconfundible, apestas a sexo cuando te vistes, y se impregna también en toda tu ropa.
Asi que por lo pronto mejor te bañas, mientras voy a la cocina a preparar algo de cenar, y ya más tarde hablamos de Rubén. Amor, le dije, sabes que contigo no tengo pedos ni dudas, y tras darle un beso le dije: te amo cabrón, mientras me ponía mi short, mis pants y sudadera, pues ya los frios comenzaron en la ciudad de México, y aún más fuertes acá por los rumbos del Ajusco.