Los chavales gays han tomado la rutina de aparecerse por casa y en especial por mi cuarto y sin avisar. Algunas veces es Sergio el que llega por la noche, los primeros días era por solo unos momentos, pero ahora ya llega con sus libros y prepara sus tareas, en las que le ayudo en lo que puedo, Miguel se ha unido a esta rutina pero a partir de los miercoles y fines de semana.
El irme metiendo de nuevo en las rutinas del estudio y el hacer tareas creo que me podrían servir al incio del año que viene, pues el programa de universidad abierta no es nada facil, considerando que sabados y domingos ahora también van a ser intensos, sobre todo considerando que tengo un año de vago, bueno el trabajo no es vagancia, pero.....
Esta semana tuve al menos un par de oportunidades de concretar algo con Mr. A, y sin embargo me lo tomé con mucha tranquilidad y naturalidad, y comentarios y actitudes francamente gays que en otra oportunidad las hubiera tamado al vuelo para concretar algo, ahora las deje pasar simplemente haciendome el desentendido, como quién no oye las cosas.
Por otra parte, Mister A fue muy claro en que ahora que entre a la universidad abierta, él va a estar al pendiente de mi desarrollo y desempeño, y le va a pedir a Rubén que por igual se encargue de vigilar mi avance. Ese día de plano no me pude aguantar y me quebré, primero me ruborizé por completo y le brindé a Mr. A mi más putañera sonrisa, pero la emoción de su apoyo me ganó y se me salieron las lágrimas por lo que solo le pude dar las gracias, mientras él me abrazaba, y aunque después pude lanzar algún comentario, mejor lo dejé pasar de lado y simplemente me deje apapachar, dejando la puerta abierta para más adelante, pues el tipo en verdad me llama la atención.