Q px wey, t veo tmpra

Ese o algo similar fue el mms de memín a mi cel el martes por la noche. Yo le contesté que el 16 por ser descanso iba a estar en casa arreglando algunas cosas atravesadas de días atrás. En especial me dediqué a ordenar este blog y el otro que inicié citas gays, tanto por mi afición a la Historia y a la Geografía, como por el impulso de uno de los investigadores del lugar donde trabajo, que está uff y wai, y ya después les cuento sobre este pex.

El miércoles 16 mis padres y mi hermano mayor salieron poco después de las 10 de la mañana a algún rollo de eso de la independencia, aunque yo ya estaba desde antes de las 9 metido en internet  tratando de avanzar y arreglar esto, así que apenas me levanté y aún en short desayuné un café y un par de tamales del renven de la noche del grito y a darle. Memín se apareció por casa poco antes de las 10 y pasó a mi cuarto tras saludar a mis padres, venía luciendo uno de sus pants de los pumas, pues juega en algún equipo de fuerzas inferiores sobre el que no le he preguntado, y en esas estábamos cuando mis padres y mi hermano salieron a su rollo; y memín al vuelo que me suelta otra de sus acostumbradas preguntas cabronas: A ver pinche Dani, ¿que pex con mi broder?. ¡Sí ya te dije que me lo ando tirando!, ¿que te traes wey?, ¿vienes a rescatar el honor de la familia, después de la pinche partida de culo que me diste, wey?. No me salgas con tepaches fermentados wey, tu bien sabes que el pinche Nacho anda con el Nano, wey, terminé de contestarle..

¿Y tu que pex, que rolas wey?, me preguntó memín. Sí ya conoces a tu carnal!, exclamé y le dije: Tu bien sabes que desde uujj anda enculado con el Nano y no va a parar hasta que se ensarte en esa verga, wey, y ese no es mi pex. ¿Pues no que muy parejita de mano sudada el finde pasado?, me reviró memín, a lo que le contesté: Ese fue mi teje pa que veas que soy cuais wey, y como recompensa por la surtida del otro día, ¿que no te la pasaste chido con Silvia, wey?, y continué: Aparte, tu broder necesita sentirse independiente, pues esa salidita con tus padres de manita sudada conmigo, estuvo cabrona, pero había que hacerlo, sobre todo por tus padres wey, qué no ves que les dijimos que me habías preguntado de mi relación con Nacho, para eso fue todo ese rollo, wey.

Para esto, memín ya se había montado en la silla tipo secretarial que tengo para trabajar en la compu, y cuando me abrazó sentí la piel de su pecho sobre mi espalda, pues ya se había quitado la sudadera; y mientras terminó de sentarse, ya me estaba colocando sobre sus piernas y me empezó a cachondear. Yo solo pensé: ¡ya valió madres todo!. y alcance a decir: ¡Pche memín cabrón, haces que me prenda, wey!. Pero solo escuche un ¡mmmjjj! por respuesta, pues no dejó de acariciarme con sus labios. Es que Memo tiene un aroma a macho que me enerva, e instantáneamente se me derrite el culo y siento el vacío rectal que reclama ser llenado por su miembro. Así que solo solté mi cuerpo hacia atrás recargándome sobre su pecho y mi cabeza en su hombro y me deje llevar a sumergirme entre sus besos insistentes, en tanto se empezó a poner de pie llevándome entre sus brazos, y ya de pie, me hizo sentir su pene erguido reclamando urgente paso entre mis nalgas; a la vez que me susurró: Ayer pase por la clínica, la tía Pina me dio los resultados del examen, ambos estamos bien, aunque me dijo que vayamos en dos meses para otra prueba, por eso te mandé el mensaje, hoy estamos de celebración, mi Dani, que no ves que me traes loco.

A la vez que giró mi cuerpo para quedar frente a frente, con ambas manos en mi cadera deslizó el short hacia abajo haciéndolo caer a mis pies y dejándome desnudo frente a él, hice lo mismo con sus pants y descubrí que el muy cabrón traía su suspensorio, pues al acariciar sus glúteos sentí la tersura de sus nalgas e inserté mi dedo cordial entre ellas, hasta llegar a su ano y empecé suavemente a estimularlo. ¡Pta madre!, le dije, mientras le conduje hacia mi cama, y metiendo mis manos entre los resortes del suspensorio empecé a deslizarlo por sus piernas, a lo que memín me dijo: Si me lo quitas es tuyo Dani,  y vaya que un chingo de viejas lo han querido de trofeo, a lo que no le conteste pues ya me encontraba besando sus testículos y la base de su pene, pero el suspensorio lo alcance a aventar abajo de mi cama y aún lo tengo.

Como en casa si tengo lubricante, así que este truene fue más relax, esta vez la acción fue diferente y más placentera, Memo no solo no rehusó mis besos y caricias, en el climax no dudó en acariciarme y me masturbó mientras se vació en mí, fue un rico orgasmo y un extraordinario momento entre ambos.

Pero las cosas quién sabe a donde las quiera llevar Memo.