Tal como habíamos acordado, el sábado 19 me quedé a dormir en el cuarto de Nacho y memín.
Después de los pedos de media semana yo pensé que me iba a seguir yendo a la chingada, pues veía todo a mi alrededor a punto de derrumbarse. Más, cuando brotan incontenibles innumerables sentimientos de profunda y extrema sensibilidad, que te hacen sentir en total vulnerabilidad ante el más mínimo reproche o rechazo que por lo general es imaginario. Es una terrible sensación de que todos te observan y pueden traspasar tu alma con la mirada; me he sentido acorralado, encerrado e impotente, desnudo ante el mundo sin poder entender ni yo mismo los sentimientos que me invaden.
Anduve lo suficientemente madreado emocionalmente como para apenas llegar la noche del viernes y de inmediato buscar refugio entre los brazos de Nacho. Aún estoy muy desequilibrado, lo bueno fue que en la semana el acelere en el trabajo estuvo fuerte, pues son las semanas previas a los informes semestrales de los consejos de gobierno de las dependencias federales, así que al menos en el trabajo no hubo mucho tiempo para ponerse a pensar, y cuando llega el finde solo tengo ganas de descansar y para nada pensar siquiera en algún reven, de ignorar o huir de mi entorno.
Ya en la casa de Nacho, en realidad yo no abrí para nada la puerta para algún truene o faje con el memín, antes bien, solo fue estar con Nacho y yo seguí en el llanto, ante la mirada atónita de memín, que no tenía idea de los pedos que me provocaban aquel quiebre emocional, y optó por mantenerse alejado de nosotros, lo cual le agradezco como él no tiene idea.
Pero el mundo no es tan cabrón como pretendemos verlo, pues en el diario acontecer de la semana las cosas han empezado a tomar mejores rumbos y yo poco a poco las voy asimilando y revalorando.
Traté dos veces de hablar con Fer, pero me dijeron en su casa que ha estado ocupado los últimos días, quedaron de darle recado de que se comunique conmigo en cuanto pueda.
Ya les había comentado en algún momento sobre las situaciones que se presentan en el Metrobús, bueno, pues este jueves llegó un chavo ¡uuuufff! al piso en donde por lo general estoy asignado en mi trabajo, lo mejor del caso es que entiende, lo sé porque nos conocemos del Metrobús, pero ya otro día les contaré de Rubén, pues así se llama..
Por lo pronto lo de la Universidad Abierta va, a mediados de octubre se inician los trámites y si todo sale bien, para principios de 2010 estoy de nuevo en ese rol.