Memín le preguntó al doctor si podía hacerle una pregunta muy personal, y el doctor dijo que si, así que memín se la soltó de pronto. ¿Oiga doctor, desde cuando es usted amante de mi tía Pina?, se lo pregunto porque mi primo Ángel es igualito a Sergio, parecen hermanos; su respuesta fue que otro día hablarán de esos asuntos, pero que efectivamente Ángel y Sergio son medios hermanos, y nos pidió no hacer comentarios sobre esto, hasta haberlo platicado bien pues puede haber resentimientos y lastimaduras sentimentales. Cuente con eso le dijo memín, y gracias por tu generosidad en vernos y apoyarnos, en especial le agradezco lo que pueda hacer por mi hermano nacho, más aún, ahora que sé lo que arriesga usted por ayudarnos doctor, nos vemos el sábado y gracias por su confianza nuevamente, y nos dirigimos al carro donde ya nos esperaban Rubén y nacho.
Rubén nos invitó a su casa a comer y ver sus videos, aprovechando que sus padres tenían un compromiso. Por la noche fuimos a un toquín de un grupo de rock de la colonia. El domingo fui com mi madre y mi hermano Arturo a misa y después acompañe a mi hermano al encierro de la micro y la trabajamos casi todo el día.
El lunes y martes Rubén y yo reanudamos nuestros encuentros en silencio en la estación del metrobús y los cachondeos en el trayecto en el que coincidimos.
El martes por la tarde vi llegar a Rubén al Instituto y lo saludé de prisa, pues esta semana tenemos de visita a unos científicos americanos con los se han reunido gran cantidad de los maestros y doctores del Instituto. Rubén me pidió que lo esperara a la salida, pues se iba a tardar un poco y le urgía hablar conmigo, así que le dije que lo esperaba sentado en la caseta de la parada del camión. Yo salgo a las 6 de la tarde, y el salió casi a las 8, ya oscureciendo, pero la amistad de Rubén vale la espera y más, pues parece que con nacho va bien en serio.
Nos recibió su mamí que es un ángel, Rubén la saludo y le dijo, te acuerdas de Dani, es amigo de nacho y memo, lo invité a cenar y se va a quedar conmigo pues mi profesor de servicio social el Maestro A, me pidió que lo ayude con sus trámites de registro para el examen para ingresar a la Universidad Abierta, y sobre todo que lo evalúe para el examen de admisión que es los primeros días de noviembre, así que van a ser de tres a cuatro semanas muy pesadas para ambos, le dijo a su mamá, mientras yo ponía mi mejor cara de juat, pues ni puta idea tenía de aquel encargo de mister A.
Y pasamos a su cuarto.
