Le respondí: Memín, el viernes por la noche y el sábado en la mañana, creo que hablé muy claramente con Silvia y contigo.
Hasta cierto punto estoy a gusto con ustedes, me gusta la relación que hemos establecido los tres, sin embargo, si me trae como loco que tu pretendas que cada vez que nos vemos me comporte con Silvia como un garañon sediento de sexo, me saca de balance que me exigas que tenga sexo con ella cada vez que nos vemos, eso no me nace memín, no soy tan bisexual como tu piensas que soy, o quieres que yo lo sea; y le pregunté: ¿que debo hacer para que entiendas algo tan simple, como que me encanta que tu me cojas?, que me encanta que me dejes ir tu miembro hasta el fondo de mi ser, una y mil veces, que a veces yo te penetre por igual y hasta el fondo, y también a Silvia, pero solo algunas veces.
Y continué diciendo a memín: Yo se que también debes hacer el amor con tu novia Silvia,y creo que esa es una parte primordial de la relación que hemos establecido, pero igualmente importante es nuestra relación, memín, igualmente importantes somos tu y yo. Eso lo tiene bien claro Silvia, eres tu el que debe aclarar ese punto. Por mi parte, yo he pensado hacer un descanso en nuestra relación, para que tu y Silvia, puedan estabilizarse, saciarse del sexo que ambos desean del otro, y entonces si nos desnudamos los tres a platicar sobre el que vamos a hacer. Yo pensaba proponerte que no nos reunamos en dos o tres semanas, o hasta que ustedes mismos lo decidan y me lo hagan saber.
Finalmente le dije a memín, que aún guardaba silencio: Este sábado después de dejar a Silvia y a ti en el cuarto de la azotea, me senté a pensar y esperé a que los chavos gays regresaran de la cita con el doctor, y como me verían de desorientado, que entre los cuatro me dieron un tratamiento aplaca puto imbécil, uno a uno me dedicaron a darme una buena y rica cogida, Sergio y Miguel, Rubén y Nacho, los cuatro me la dejaron ir con especial cariño, y a los cuatro se los agradezco, estoy suavecito, como seda.
Los chavos gays me trataron con cariñosa suavidad, pues lo del sábado por la tarde no fue una orgía, ni un asalto a mi integridad anal, fue un verdadero acto de amistad y comprensión, ellos entienden mis deseos homosexuales, y se dedicaron a saciar mis más profundos requerimientos putañeros.
Pero tu me dices memín, que hacemos con nuestra relación, como la ves memín?. Aún me amas con la misma pasión que yo te amo?.
