Dani duerme apaciblemente en la cama de su cuarto, cuando de pronto escucha el sonido de una alarma lejana, los tonos que emite van desde los más graves hasta los agudos en un ciclo repetitivo constante. El sonido es lejano por lo que no despierta en Dani más que un sentimiento de molestia, por haberlo despertado, así que con desgano viste sus pants, tenis y sudadera y sin más sale a la acera frente a su casa.
Extrañamente, las calles en su barrio no son rectas formando cuadras regulares, son calles claramente curvas, tal vez sean hasta perfectamente circulares se dice a si mismo extrañado por aquella situación tan fuera de lo normal en los barrios del sur de la ciudad de México. Aún le acompaña el sonido persistente de aquella alarma de sismo que se escucha a lo lejos, tal vez en las instalaciones escolares o en la clínica, o pudiera ser en la propia delegación.
Comienza a caminar hacia donde sabe que está su escuela de instrucción primaria, mientras avanza, el sonido de la alarma se escucha cada vez más fuerte y cercano, es entonces cuando reacciona y por primera sabe que está solo, no hay nadie en las casas y en aquella extraña calle circular, y comienza a correr hacia la bocacalle que ya se encuentra cercana, ahora siente como el viento helado golpea su cara hiriéndolo profunda y dolorosamente, y corre cada vez más fuerte hasta que finalmente llega al cruce de ambas calles.
Y la sorpresa de lo que ve lo paraliza, por primera vez desde que despertó no sabe donde está, definitivamente aquél extraño lugar es todo menos su barrio de siempre. Ha llegado a una gran avenida de gran amplitud y que al voltear hacia ambos extremos, éstos se pierden en la lejanía, pero lo más extraño es que las cuadras no son tales, son aros concéntricos pues con toda claridad puede ver como se encuentran las bocacalles con regularidad pasmosa.
Y corre por la avenida sin saber hacia donde va, cuando llega a la siguiente calle aro, instintivamente toma hacia la derecha, para acercarse a su casa, sabe que el aro por el que ahora corre va paralelo al de su casa, no quiere alejarse demasiado de sus rumbos conocidos.. Y corre con desesperación pues cada vez el sonido de la alarma sísmica está más cercano y sus tonos son más apremiantes, finalmente llega a la siguiente bocacalle y toma con rumbo a su casa, retorna a sus lugares más seguros.
Cuando llega a casa, abre la puerta con tremendo empujón, sin importarle que sus padres le han prohibido ese tipo de actitudes, pero nadie acude a recriminarlo, y empieza la búsqueda en su casa, todas las habitaciones están vacías, y corre hacia su cuarto, al entrar se detiene estupefacto, no solo por los sonidos de la alarma que ahora ya apremiantes anuncian la cercanía de algún desconocido peligro, además tarda buen tiempo en darse cuenta que se está observando a si mismo, dormido plácidamente y es cuando reacciona que su otro yo, está despertando, y sin esperarse a sí mismo, sale despavorido huyendo de aquella increíble escena, cuando llega a la calle, sin pensarlo toma hacia el lado contrario a donde lo hizo la primera vez y tan pronto puede se esconde, hasta que se ve a si mismo alejándose la primera vez de su casa.
Cuando ve que su otro yo se pierde en la calle, retorna a su casa y nuevamente va a su cuarto, pero hay ruidos al interior que le hacen detenerse y escuchar, en su cuarto hay dos chavos que discuten acaloradamente, están a punto de llegar a los golpes, y decide entrar para detener aquel pleito aparentemente inútil, cuando finalmente entra a la habitación ambos chavos voltean a verlo, y a la vez le dicen: tu duérmete imbécil.
Trata de responder aquél insulto, pero en el momento que trata de avanzar hacia ellos, se incorpora de su cama, sudoroso queda sentado, con su manos y brazos hacia atrás apoyándose en la cama, mientras unas figuras difusas salen de su cuarto, el sonido de una alarma persistente termina por llenarlo de terror y sin más se levanta de la cama y huye despavorido de aquellas figuras figuras difusas que ahora son cada vez más parecidas a él. Y corre, y corre, y corre hacia ningún lado, hasta que un sonido cada vez más apremiante lo hace despertar haciéndolo brincar instintivamente de la cama, es su reloj despertador anunciando que es hora de ir al baño y prepararse para ir a la escuela.
Hace frío, pero el extrañamente está escurriendo de sudor, y está totalmente exhausto, como si hubiera corrido varias cuadras sin parar
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Hace frío, pero el extrañamente está escurriendo de sudor, y está totalmente exhausto, como si hubiera corrido varias cuadras sin parar
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