así que desde la semana pasada le había pedido a silvia que me acompañara, pues me dieron un pase para dos personas, y para como están las cosas no iba a invitar a memín, capaz que nos ponen a los dos de patitas en la calle, ni alguno de los chavales gays, que sin duda estarían más que anotados para acompañarme al desmadre que se armaría con solo llegar con ellos, aunque también pienso que lo más espectacular espectacular sería que Rubén llegara con nacho y yo con memín, pero Rubén no forma parte de la plantilla del instituto así que no está invitado a la cena baile que también celebra el fin de año, pues apenas me he enterado que a partir del 22 de diciembre tenemos un descanso general de fin de año por dos semanas, tal como lo establece el calendario oficial de la Secretaría de Educación Pública para todos los centros de enseñanza básica, media y superior, y el instituto es un centro de enseñanza superior y de alta calidad.
Y tras ir a casa a cambiarme e ir por silvia a su casa, finalmente llegamos a la cena baile.
Llegué acompañado de silvia, y tengo la enorme ventaja de que no estoy fingiendo la relación de cariño entre nosotros, y ahora más que he estado reflexionando sobre la actitud de silvia hacia conmigo, que es muy independiente de la que mantienen memín y silvia en el inconcluso trio sentimental que aún no me decido a conformar en definitiva, aunque cada día lo veo más cercano, debido a las salidas con silvia.
No se porqué jamás se me ocurrió verme en ese trio como un igual a memín y silvia, pinches complejos que le brotan a uno por cada poro de la piel, pues siempre en las relaciones de trio en que he participado ha sido como el complemento eventual que se integra a la pareja, y yo di por hecho que ese sería siempre mi papel también en la pareja de memín y silvia.
Pero el darme cuenta del fuerte sentimiento que silvia ha desarrollado hacia mi, y que no es total ni lealmente correspondido por mi, me trae verdaderamente pendejo, el primer golpe lo recibí por su actitud abierta de la semana pasada cuando le pedí acompañarme a la cena baile y ella aceptó hacerlo bien gustosa por agradarme, por pasarla bien conmigo al día siguiente de mi cumple; pero la del miércoles por la noche me dejó totalmente noqueado emocionalmente.
Pero, regresando al asunto de la cena baile, silvia es lo suficientemente sofisticada como para que nuestra vestimenta combinara perfectamente, la selección que hizo con su vestuario y el mío, porque finalmente ella lo eligió, no solo logró que cuadraran a la perfección con mi saco y pantalón, yo no lo podría haber hecho mejor, sino que adicionalmente logró que se conjugara a toda madre con su vestido de noche; eramos de las parejas mejor combinadas del baile, y mi ego gay llegó hasta el cielo.
Todo fue espectacular, a tal grado que las secretarias y los cuates de la dirección desde que llegué bien meloso con silvia, simplemente no dejaron que me acercara a ayudarles en la recepción de los compañeros e invitados, nos llevaron a la mesa que nos correspondía, y uno de los chavos compañeros me dijo con toda claridad:
el comentario me hizo sentir bien, pues en verdad silvia es un monumento de mujer, de 19 años, que luce su belleza con la entereza de saberse absolutamente satisfecha sexualmente, lo que le ha llevado a la madurez como persona y como mujer, y esa seguridad envuelve por completo a su acompañante, y las miradas y comentarios de envidia de más de un imbécil fueron absolutamente inocultables. En la cena baile del instituto fui el pinche puto y el pendejo que anda con ese forrazo de mujer.
pero el mismo comentario también me arruinó la fiesta, pues ante todo yo también soy un pinche puto de cagada, como juan y toño, eso es algo que no olvido, y este puto ha sacado provecho de una situación en la que al menos un puto la está pasando de la chingada por pendejo e imprudente busca vergas, y el otro puto calenturiento y fogoso arrastró en ese pedo a su familia.
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