De vez en cuando, sobre todo cada vez que los problemas me agobian, termino por quedar inmerso durante varias noches en mi pesadilla, una que es recurrente y persistente, que me ha acompañado desde mi niñez, atormentándome.
Esta pesadilla solo nacho, lupe y fello la conocen, claro hasta hoy, sobre ella no he comentado con memín, ni Silvia, y ninguno de los chavos gays, como Fer, Nando, u Oscarín, mucho menos con sus novias, es por eso que siento una enorme pena de que se enteren de mis más profundas emociones e intimidades por un medio como éste, pero esas son las reglas de este juego que empecé hace unos meses, y en el cual ya estoy totalmente adentro. Así que pronto pondré una entrada, que llamaré Círculos, sobre mi pesadilla recurrente. Es más no creo estar dispuesto a dar marcha atrás, a no exponer la intimidad de nadie, sino en todo caso más que la propia.
Pues como bien dicen entre los Doctores y Maestros del centro en donde trabajo, esto de la red mundial ha fracturado la estructura conocida de la comunicación humana, uno tras otro han caído o se han fracturado irremediablemente todos y cada uno de los más preciados paradigmas de casi todas las ciencias conocidas.
Allá por el meses de abril - mayo de este 2009 que casi acaba, cuando aún no pensaba siquiera en abrir este blog, yo ya estaba trabajando como empleado de servicios generales en uno de los pisos del centro de investigaciones; entre las labores que tenía asignadas era apoyar, en caso de necesidad, las salas de videoconferencias del centro, en ellas, los investigadores con cierta regularidad hacen unas reuniones en las que participan varios centros de investigación nacionales e internacionales, redes sociales y científicas les llamaban, con anticipación se establecía el tema o temario de aquella reunión, a la que llaman red heterárquica.
Esto es, en esas redes por norma no hay jerarquías, éstas son deliberadamente fracturadas y dejadas de lado, pues parten del principio que las jerarquías constriñen las capacidades humanas hacia ciertos esquemas de desarrollo. Y sucede que en una de esas reuniones hablaban de los estímulos y programas estatales y empresariales; y dani lleva y trae cafés, refrescos, galletitas, cacahuates, etc., hasta que como siempre, de metiche, pues que no me gusta algún comentario vertido en la reunión y hago una mueca bien visible para varios de los investigadores y, cuando reacciono, pácatelas, ya tenía encima el pinche mundo que me había caído de sopetón
.
