sueños y paradigmas de un gay 2

Uno de los investigadores me pregunta mi nombre y el porqué de la mueca. Y como de costumbre, si ya estás en la caca, pues a disfrutarla por pendejo, para que así dani aprenda a no abrir el pinche hocico a lo wey, como también me pasó apenas con cesarin y rino, pero de eso hablaré en otra ocasión.

Así que les dije que estaban mal si pensaban que me iba a ir con la finta de los pines, diplomas y demás tonterías que utilizan las empresas gringas y extranjeras disque como incentivos, pues yo creía que estaban mal, que ya mis abuelos y sus abuelos habían aprendido de espejitos y vidrios de colores. Y cuando me preguntaron, les dije que mi objetivo era claro, que necesito lana para que mi familia salga de esta pinche crisis; que no busco reconocimientos o viajecitos pendejos, bueno en su momento dije tontos; que busco un mejor sueldo pues mi familia necesita comer y vestir; y aparte, pues yo debo continuar con mis estudios universitarios que tuve que interrumpir por lo mismo de la crisis. Me preguntaron cuanto ganaba y cuando les dije la cantidad, la pregunta fue obvia, ¿porqué continuas trabajando en el centro con ese sueldo de miseria?, y respondí con total claridad, al fin que ya estaba bien ensartado: Es que aquí estoy aprendiendo de todos ustedes, y eso vale tanto o más que el dinero que me llevo a casa, aunque si surge una buena oportunidad, mando esta pinche chamba de cagada hasta el fin del mundo y eso los incluye a ustedes.

Y pensando que aquello ya había valido puras madres, les pedí permiso para salir y seguir acarreando las bebidas y demás cosas que me habían pedido. Cuando regresé con sus pedidos, fue que me dijo uno de los directores del centro qué era aquel grupo, que allí no había jerarquías y que ese día cuando hice mi mueca yo había ejercido mi derecho de opinar. Desde entonces supe que esa técnica de generación de conocimiento es de excelencia a nivel mundial, la usan universidades, centros de investigación y empresas como google y muchas otras que están a la vanguardia en desarrollo e innovación tecnológica.

Ese día aprendí que en este centro no debe uno quedarse callado nada, bueno excepto lo de ser gay, pues bien que me sirvió guardar silencio, al menos por un rato más hasta ver que pedos. Y a partir de ese día fue que quedé responsable encargado de atender las salas de videoconferencias, pero con el mismo sueldo jodido.

Y a partir de entonces mister A empezó a jalarme, aunque yo pensé que era por motivos más carnales, los cuales desde luego que existen, aunque en suspenso sentimental, al menos por mi parte. Y llegó Rubén al que allí reconocí y superconocí, pues ya lo conocía de varios cachondeos mutuos en el metrobús. Y así siguieron las cosas, vino mi preparación especial para el examen de admisión, hasta los primeros días de este mes, en que toño frente a todos le reventó el trasero a mi jefe de área, y entonces si tuve un cambio de trabajo y lo que es aún mejor, un verdadero aumento de sueldo y prestaciones, aparte de que ya estoy enfocado a continuar mis estudios y ahora si, aunque reviente el pinche mundo donde vivo ya no pienso dejar la universidad. Oh sea, que la dichosa red heterárquica a mi me está jalando del pescuezo hacia no se donde, pero hasta ahora ¡ahí la llevo y no me pienso soltar!.

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