Supongo que héctor es un jugador peligroso, pues le dieron con ganas, menudo hachazo le dieron, con saña, con ganas de romper madres, apenas fue tocarle el muslo y el chavo se quebró del dolor, y la pantorrilla igual, el chingadazo iba de la espalda y el vientre bajo, pasando por la nalga y el pubis, llegando hasta el tobillo izquierdo. a héctor lo dejaron bien madreado. Afortunadamente no se sentían lesiones en fibras y ligamentos. eso si, las fibras tensas y hechas bolas por todos lados.
Mientras hacía mi primera exploración para ver la extensión y profundidad de la lesión de héctor, también estaba atento a sus reacciones, y la más obvia era como se comía con la mirada a memo, el chavo está profundamente enamorado de memo, lo trae bien enculado, lo mira como a un Dios, algo casi inalcanzable.
Yo me empecé a encabronar pensando que memo pudiera estar jugando con los sentimientos tan claros de aquel chavo, lo bueno fue que memo se dio cuenta de mi comportamiento, y en una acción de doble distracción, se colocó de frente a héctor, de tal forma que sus genitales casi le rozaban la cara, mientras con la mirada, memo y yo nos dijimos muchas cosas sobre aquella situación.
Supe por su mirada que memo sabe los sentimientos que despierta en héctor pero no sabe que hacer para remediarlo sin lastimarlo, sin duda memo siente por héctor un cariño muy profundo, es el mejor de sus amigos y no quiere lastimarlo, y la lesión de héctor le duele y le preocupa. Sin pensar más, le pedí a memo que se secara y fuera a su casa por las toallas grandes que tiene en su cuarto, mientras con la mirada le decía: Y tárdate buen rato cabrón, que aqui vamos a tener que hablar entre putos.
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