Y cuando sergio despertó y me abrazó, yo en verdad lamento tener que reconocer la gran traición emocional que cometí con él, pero a quién yo tenía en mente era a memo, aún despierto seguí soñando con memo, yo le hice el amor a memo la primera noche que estuvimos en la choza, no sé si fue como una defensa emocional por estar haciendo el sexo con otro chavo amigo, o por evadir el reto que guillermo me dijo con todas sus letras, ve con los chavales, para que entiendas que con ellos solo es sexo, hasta que caiga el veinte al interior de esa cabecita loca tuya, de que eso es solo sexo, mientras que conmigo es amor, eso es lo que debes entender.
Cuando a la semana siguiente le hice el amor a fidel y quedó tan satisfecho como sergio en su momento, fue sexo bajo el ritual de la madrugada, ese día yo también estaba pensando, soñando con memo, mi pareja, fue a memo a quién satisfice esa segunda madrugada. Fue a memo a quién traicione con fidel y a la vez traicioné a fidel con memo, mi amante, mi pareja; y me sentí terriblemente mal, vacío, falso, incapaz de amar y ofrecer amor a quién te lo brinda de forma abierta y franca.
Y tras tomar el café de olla, me vestí y acompañado de corriente llegué a la orilla del río, y abrazado a aquel perro lloré por largo rato, y aquel perro entendió y sintió el dolor y dilema en mi alma, con su lengua limpió mis lágrimas, con ladridos leves y quejumbrosos me acompañó y participó de mi dolor.
Aún traigo enormes contradicciones emocionales que en forma recurrente afloran para recordarme que debo enfrentar a esos demonios que llevo dentro, y más crecen y se hacen poderosos en la medida que rehúso enfrentarlos
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